Este libro tiene un triple interés y, por lo tanto, tres formas superpuestas de interpretarlo: es el planteamiento de un nuevo método para transformar la banalidad burocrática de los habituales instrumentos urbanísticos, es un análisis histórico y morfológico del centro histórico de Barcelona y es un índice de propuestas concretas  o de sugerencias ejemplares que hay que tener presente en la transformación de este centro.
           No es, sin embargo, ni un plan General, ni un PERI, ni un programa, sino la explicación y la demostración de los conocimientos indispensables para poder hacer unos planes, unos PERI o unos programas.  Y es en este sentido que el libro tiene una gran repercusión. Por primera vez, la antigua ciudad amurallada se comprende dentro de toda su complejidad. O  por lo menos quedan puntualizadas de la forma  más precisa posible sus imprecisas complejidades.